Al pertenecer a una institución acreditada, el estudiante tendrá la seguridad de estar en un lugar que le ofrece una educación de calidad, integral y sostenible. Además, una institución acreditada establece relaciones más fluidas con otras IES, organizaciones internacionales, ONG, fundaciones, permitiendo intercambios, convenios, estancias, entre otros vínculos. Adicionalmente, un título de pregrado o posgrado de una de estas instituciones tiene un gran peso en la hoja de vida y ayuda en los procesos de selección laboral y académicos.

Como actor importante de la Acreditación, este proceso fortalece la hoja de vida del docente y sus competencias en lo relacionado a la evaluación de procesos académicos. Garantiza, adicionalmente, la pertinencia de los planes de estudios y que el profesor contará con todas las herramientas necesarias para desarrollar una clase que apunte a la excelencia.

Un título respaldado por un centro de estudios acreditado fortalece la hoja de vida y permite destacar en procesos de selección. Si se desea cursas un programa de posgrado, por ejemplo, una Institución de esta calidad garantiza la pertinencia de los temas vistos, las competencias adquiridas y hace al egresado más atractivo para las universidades nacionales e internacionales.

Los colaboradores administrativos se benefician de una cultura de autoevaluación y de mejoría continua en su labor diaria. Procesos más efectivos, estructurados, sustentados por una solidez financiera y una organización sólida, le permiten hacer la diferencia desde su trabajo diario y aportar a la formación integral de los estudiantes, directa o indirectamente. Asimismo, trabajar en un institución acreditada es un insumo importante en la hoja de vida del colaborador